Mucho (muchísimo) se ha escrito en los últimos meses sobre la situación que nos ha dejado el virus SARS-CoV-2, causante de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, parece que se ha prestado menos atención a cómo ha afectado esta nueva situación a la educación tanto en los colegios, como en el resto de centros que formamos parte del sistema educativo.

Algo parece claro: la formación online ha llegado para quedarse. Estaba entre nosotros desde hace años, pero sin lugar a dudas la irrupción de la situación sanitaria de marzo le dio el protagonismo que debería tener en una sociedad digital como la nuestra. La clave ahora es qué hacer con este cambio, de qué manera aprovechar todas las posibilidades que nos ofrece la tecnología (y aquí hablamos de tecnología, en general; ya no tiene sentido hablar de «nuevas tecnologías» puesto que es un campo en el que todo va muy rápido) y qué preguntas debemos plantearnos ante esta nueva situación:
¿Estoy dispuesto a seguir clases online? El alumnado puede tenerlo más fácil puesto que la mayoría pertenecen a una generación que literalmente se ha criado rodeado de pantallas. El profesorado ha de estar dispuesto a ello y que su papel no se limite a «enviar deberes» por correo o WhatsApp.
¿Estoy preparado para seguir clases online? No todos/as tenemos las mismas capacidades digitales y eso ha quedado patente ante el reto que ha supuesto el que todo el mundo tuviera clases de manera telemática. Es además importante que tanto si eres alumno/a como si eres docente, la organización en tu entorno de trabajo sea máxima puesto que ésta es muy relevante a la hora de afrontar clases no presenciales.
¿Los recursos que estoy utilizando son los apropiados para seguir clases online? Parte del alumnado ha tenido dificultades para seguir de manera correcta las clases y desde las administraciones públicas ha de seguir trabajándose para solucionar la llamada «brecha digital». Por parte del profesorado, los recursos y herramientas para impartir formación online no pueden ser los mismos que se utilizarían en una clase presencial, puesto que ahora no hablamos de formación presencial (parece una obviedad pero muchas personas todavía no se han dado cuenta de ello).

En resumen, son muchas las diferencias y también bastantes los retos que se nos plantean de cara a normalizar al 100% la formación online. Estamos convencidos de que nos ayudará a superar la situación extraordinaria en la que actualmente nos encontramos, si bien más que sustituyendo por completo la formación presencial será complementándola y aportándole un valor complementario en el uso de la tecnología al servicio de la educación.
Y tú, ¿qué opinas? No olvides dejarnos tu comentario con tu punto de vista sobre este tema que tanto nos afecta a todos/as. Y aprovecha, ya que estás por aquí, para informarte de todos los certificados de profesionalidad gratuitos que ya estamos preparando de cara a este nuevo curso que recién hemos estrenado. Pincha aquí si quieres más información y recuerda que también puedes escribirnos por WhatsApp (640 149 416). ¡Te esperamos!